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Rocha Moya, testimonios lo incriminan y comprometen

Por. J. Jesús Lemus

Mientras La Guerra de Sinaloa finca su destino en los acuerdos a que pueda llegar la Fiscalía de Estados Unidos con los hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán López, en México la Fiscalía General de la República (FGR) ya se encuentra en posibilidad de iniciar una carpeta de investigación, por el delito de homicidio, en contra del gobernador Rubén Rocha Moya.

De acuerdo a fuentes del interior de la FGR, dentro de esa dependencia existe un debate entre el titular de la dependencia, Alejandro Gertz Manero, y algunos de sus principales colaboradores, en donde se analiza la viabilidad política de iniciar una carpeta de investigación, que obligaría a la renuncia de su cargo, al gobernador de Sinaloa.

Hasta donde se sabe la FGR ha logrado pruebas sobrevivientes de la investigación iniciada en el mes de julio del 2024, sobre el caso del asesinato del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda. Dichas pruebas podrían apuntar al menos a la omisión del gobernador Rubén Rocha, quien pudo haber evitado dicho homicidio.

El debate dentro de la FGR es si se inicia o no un proceso formal de investigación en contra del gobernador Rubén Rocha Moya, no solo por la necesidad de tener que solicitar un juicio de procedencia ante la Cámara de Diputados, sino por lo adverso que resultaría en estos momentos un enjuiciamiento a un distinguido miembros de la Cuarta Transformación.

Hay que recordar que la administración del presidente Donald Trump intenta presionar a la presidenta Claudia Sheinbaum para que acepte un acuerdo de colaboración, para combatir a los grupos del narco en suelo mexicano. Y una forma de presionar ha sido a través del señalamiento tácito de nexos entre gobernadores y miembros del crimen organizado.

Por esa razón existe un debate dentro de la FGR, entre el Fiscal Gertz Manero y sus colaboradores, sobre si se abre o no una carpeta de investigación en contra del gobernador de Sinaloa, dados los indicios sobre su probable participación en el delito de homicidio cometido en contra de Héctor Melesio Cuén.

Hechos poco claros

El asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda ocurrió el 25 de julio del 2024. De eso no hay duda. Lo que no se sabe con certeza -y eso es el objeto de investigación de la FGR- es dónde perdió la vida el ex líder y fundador del Partido Sinaloense y en su momento principal opositor a Rubén Rocha Moya.

Por la versión de Sara Bruna Quiñónez Estrada, entonces titular de la Fiscalía de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén fue asesinado en una gasolinera, en la comunidad de La Presita, en el municipio de Culiacán. De acuerdo a la versión oficial del gobierno estatal encabezado por Rubén Rocha la víctima habría recibido un ataque directo de parte de un sicario que lo sorprendió mientras cargaba gasolina.

Como evidencia de lo anterior, la ex fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada mostró un video en donde no se observa ningún indicio que pueda referir que en dicho ataque se involucra un vehículo propiedad de Héctor Melesio Cuén, mucho menos se aprecia a la víctima siendo objeto de la agresión.

El video de Sara Bruna Quiñones, difundido públicamente con la autorización del gobernador Rubén Rocha Moya, solo trató de confundir. Se observa una camioneta Pick Up cargando gasolina. Se ven dos sicarios que llegan a bordo de una moto. Uno de ellos desciende y abre la portezuela del copiloto de una camioneta que está cargando gasolina. Se presume la agresión. Después la camioneta sale de la gasolinera a gran velocidad. Nunca se observa a Nemesio Cuén.

Oficialmente se dijo desde la Fiscalía de Sinaloa que Héctor Melesio Cuén Ojeda murió a causa de las lesiones provocadas por disparos de arma de fuego, sufridas principalmente en las piernas, las que habrían desangrado a la víctima hasta causarle la muerte.

A pesar de la poca certeza del video presentado por la Fiscalía de Sinaloa, oficialmente se dijo que Melesio Cuén fue asesinado en esos hechos. La Fiscalía General de la República no estuvo de acuerdo con la versión de Sara Bruna Quiñónez Estrada. Por eso se solicitó la separación del cargo de la titular de la Fiscalía de Sinaloa.

Surgen testigos de otra realidad

Los primeros peritajes hechos por personal de la FGR indicaron que el cuerpo de Nemesio Cuén no había fenecido en el lugar de los hechos señalados por la Fiscalía de Sinaloa. Se estableció -con base en una serie de huellas de sangre- que Héctor Melesio Cuén fue asesinado en un salón de reuniones de un complejo residencial.

El lugar del asesinato de Melesio Cuén Ojeda, así lo establecen los peritajes de la FGR, fue un complejo residencial de descanso, a la salida a Culiacancito, conocido como Huertos del Pedregal. Un lugar frecuentado por Ismael Zambada García. En ese sitio, fueron encontradas huellas de sangre que coinciden con la cinemática del trauma y el perfil hemático de la víctima.

El lugar encontrado como el sitio del asesinato de Melesio Cuén se empareja con dos testigos presenciales del asesinato del ex rector de la Universidad de Sinaloa. Son dos presuntos miembros de Los Chapitos, quienes estuvieron presentes en el lugar y hora de los hechos.

De acuerdo a fuentes de la FGR, los dos sicarios, presuntos miembros del Cártel de Los Chapitos, cuyas identidades se mantienen en reserva, serían parte del grupo de escoltas con los que arribó Joaquín Guzmán López al lugar, tras haber pactado un acuerdo de entrega para ser testigo protegido de la DEA.

Señalan a Rubén Rocha Moya

Las primeras versiones de los dos sicarios indican que el asesinato de Melesio Cuén ocurrió por la mañana del 25 de julio del 2024. Indican que en un salón del citado complejo residencial Huertos del Pedregal, se reunieron por lo menos 15 personas. Entre ellas estaba el Gobernador Rubén Rocha y dos de sus escoltas, “El Mayo” Zambada y dos de sus escoltas, Melesio Cuén y uno de sus escoltas, por lo menos cuatro agentes de la DEA, y Joaquín Guzmán López que arribó con cuatro escoltas.

La versión que conoce la FGR es que Melesio Cuén igual que el gobernador Rubén Rocha, fueron convocados a una reunión por “El Mayo” Zambada. La intención de este sería limar asperezas entre los dos políticos, ambos financiados por el Cártel de Sinaloa y ambos confrontados por el control del poder político estatal.

Al arribo de Joaquín Guzmán López se enrarece el ambiente. Era un invitado que solo los agentes de la DEA sabían que llegaría. Por eso el nerviosismo de “El Mayo” Zambada, quien optó por retirarse del lugar, poniendo en riesgo la operación de entrega pactada por la DEA.

Se presume, de acuerdo a la versión de los testigos, que la reunión se llevaba sin mayores problemas, más allá de algunos gritos por parte de Rubén Rocha Moya sobre Melesio Cuén. “El Mayo” Zambada, ante la premura de la entrega a la DEA y con la posibilidad de romper el acuerdo, solo atinaba a llamar a la cordura al gobernador.

Refieren los testigos, en cada uno de sus deposos, que, en el calor de la discusión, en un momento determinado Melesio Cuén intentó lanzarse contra Rubén Rocha Moya. El intento fue frenado por uno de los escoltas del gobernador. Otro de ellos desenfundó el arma y accionó contra el ex rector disparándole en una pierna.

Rubén Rocha pudo haber frenado la escalada de violencia, pero dejó que sus escoltas actuarán, uno de ellos disparó al escolta de Melesio Cuén asesinándolo en el acto. El otro escolta de Rocha disparó directamente contra Melesio Cuén, dejándolo muerto en el lugar.

La reacción de los agentes de la DEA fue sustraer a Ismael “El Mayo” Zambada, para asegurar la operación. En tanto, los escoltas de Joaquín Guzmán López sólo protegieron a su principal. Hubo intercambio de disparos entre los escoltas del gobernador Rubén Rocha, los escoltas de “El Mayo” Zambada y los escoltas de Joaquín Guzmán López.

Al final de la escaramuza, mientras los agentes de la DEA salieron en una camioneta con Joaquín Guzmán López e Ismael Zambada García, para ser trasladados al aeropuerto local y de allí volar hacia Estados Unidos, en el salón donde se dio la reunión quedaron los cuerpos de Melesio Cuén, su escolta, dos escoltas del gobernador Rubén Rocha y dos escoltas de “El Mayo” Zambada.  Por instrucción del gobernador Rubén Rocha, la escena del crimen quedó a cargo de la Fiscalía de Justicia de Sinaloa. Para evitar explicaciones todos los abatidos fueron declarados como desaparecidos, trasladando el cuerpo de Melesio Cuén al sitio en donde la Fiscalía del Estado de Sinaloa aseguró que fue abatido.

Fuente: Logo

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